Conozco conductores que al ver una luz amarilla, no frenan sino que, encima, aceleran.
Esto no es aconsejable por dos motivos:
1.- Un acelerador de luz amarilla, que obviamente se pasará la luz roja, podría colisionar con un anticipador de luz verde y ocasionar un grave accidente
2.- Acelerar repentinamente desgasta el motor y aumenta el consumo de gasolina. Si no se alcanza a cruzar la calle con la luz amarilla, el conductor se verá obligado a detener el auto inmediatamente, lo cual desgasta las pastillas de los frenos y las llantas.
Lo ideal es bajar la velocidad antes una inminente luz amarilla, para un frenado gradual. Si nos acercamos a un semáforo en rojo, hay que bajar la marcha para tratar de evitar el detener completamente el auto. Sencillito.
Actualmente, se están realizando pruebas con autos inteligentes, equipados con sensores que ajustan automáticamente la velocidad del vehículo según las condiciones del tráfico. Los autos inteligentes son un 33% más eficientes que los autos normales e, incluso, más eficientes que los nuevos autos híbridos cuyo nivel de eficiencia oscila entre un 15% y un 25%.
Estos intellicars han sido probados con un tráfico regular y es factible pensar que se lograría una mayor eficiencia si todos los autos en el camino tuvieran similares características. Cuando esta tecnología golpee las calles, podremos conducir subirnos a uno de estos vehículos y disfrutar del viaje tal como lo hace Will Smith en iRobot.
Creo que un auto inteligente que utilice un combustible verde (como el etanol) será mucho más eficiente que un auto híbrido que tenga que ser conectado a una toma de energía eléctrica para ser recargado.