La demanda para construir nuevos Centros de Datos en Chile por parte de grandes tecnológicas como Amazon, Google y Microsoft, en medio de una sequía que se espera dure hasta el 2040, han encontrado un fuerte oponente: los grupos activistas. Estos colectivos están trabajando arduamente para frenar la construcción de más centros de datos en Chile, argumentando serios problemas ambientales como el alto consumo de agua y los efectos adversos sobre la biodiversidad local.
Impacto Ambiental de los Centros de Datos en Chile
Consumo de Agua en un Escenario de Sequía
Mientras que las empresas prometen inversiones «ambientalmente responsables», activistas locales y expertos medioambientales ponen en duda estas afirmaciones. Según revela un artículo del sitio web Rest of World, un centro de datos pequeño que utiliza sistemas convencionales de enfriamiento basados en agua puede consumir aproximadamente 25 millones de litros anuales solo para mantener sus servidores a una temperatura adecuada. En un país donde la sequía ha sido una constante desde 2010, este volumen no es trivial.
Rodrigo Vallejos, uno de los principales activistas contra esta expansión, ha observado cómo estos centros extraen grandes cantidades de agua, poniendo en riesgo el suministro para las comunidades locales. Vallejos y otros activistas han presentado observaciones ciudadanas solicitando compensaciones ambientales y transparencia sobre el consumo específico de recursos por parte de estas corporaciones.
No solo se trata del volumen, sino también del impacto acumulativo. Con cada nuevo centro autorizado, aumenta la presión sobre los ya escasos recursos hídricos, afectando tanto a humanos como a ecosistemas completos que dependen del agua para sobrevivir.
Efectos sobre la Biodiversidad Local
Aparte del consumo desmedido de agua, los centros de datos poseen un impacto considerable sobre la biodiversidad local. Los humedales y otras áreas sensibles cercanas a estas construcciones enfrentan amenazas directas debido al cambio en el uso del suelo y la alteración del paisaje natural. Por ejemplo, el área alrededor del centro de datos de Google en Quilicura ha visto cómo sus reservas naturales se ven comprometidas por la extracción continua y creciente demanda por parte del gigante tecnológico.
La situación es aún más crítica cuando consideramos las especies endémicas que podrían perderse ante estos desarrollos invasivos. Activistas como Tania Rodríguez destacan que este tipo de industria funciona bajo un modelo extractivista: «Nos convertimos en el patio trasero global,» señala Rodríguez criticando cómo Chile termina pagando el precio ambiental por alojar infraestructuras globales.
Respuesta del Activismo Ambiental
Principales Grupos y Sus Estrategias
Dentro del panorama activista chileno destacan varios grupos, incluyendo Mosacat y Resistencia Socio Ambiental Quilicura, quienes han estado al frente luchando contra estos proyectos. Estos grupos combinan tácticas legales con movilizaciones públicas para aumentar la concienciación sobre estos temas. Han logrado llevar casos hasta tribunales ambientales e incluso han conseguido suspensiones temporales en algunos proyectos como fue el caso reciente con Google.
Sus estrategias también incluyen presionar por cambios legislativos más severos respecto a estudios ambientales antes de aprobar cualquier proyecto grande, así como exigir reparaciones ambientales significativas por parte de las empresas involucradas.
Casos de Éxito Internacionales que Inspiran a Chile
Más allá de las fronteras chilenas, existen ejemplos inspiradores donde acciones sostenidas lograron cambios significativos frente a corporaciones poderosas. Por ejemplo, ciudades europeas han implementado políticas restrictivas contra centros de datos que no cumplían con normativas ecológicas rigurosas o no ofrecían beneficios claros a las comunidades locales sin sacrificar su entorno natural.
Inspirados por tales victorias internacionales, activistas chilenos están reforzando sus redes con organizaciones globales, buscando crear una resistencia más robusta capaz tanto de influenciar políticamente como de educar públicamente acerca de la importancia de preservar patrimonios naturales frente al avance incontrolado de industrias tecnológicas.
Planes y Propuestas de Amazon, Google y Microsoft
Detalles sobre las Nuevas Construcciones Planeadas
En un contexto de creciente preocupación ambiental, grandes titanes tecnológicos como Amazon, Google y Microsoft están ampliando su infraestructura en Chile mediante la construcción de nuevos centros de datos. Estas estructuras son esenciales para la gestión de enormes cantidades de información digital, pero su impacto en los recursos naturales es significativo. Por ejemplo, el proyecto más reciente propuesto por Amazon se encuentra en Huechuraba, donde la compañía ha presentado documentación ambiental para su segundo centro de datos en el país. Este tipo de iniciativas refleja cómo Santiago se está convirtiendo en uno de los principales polos de centros de datos en América Latina.
Google no se queda atrás; tras inaugurar su primer centro en Quilicura en 2015, anunció planes para construir un segundo centro que duplicaría el consumo de agua del primero. Este nuevo proyecto ha enfrentado resistencia considerable debido a su impacto potencial durante una época de sequía prolongada. Microsoft también tiene planes ambiciosos con la construcción prevista de un centro valorado en 317 millones de dólares que promete ser operativo para 2026, aunque ha generado incertidumbre respecto al uso eficiente del agua.
Estos proyectos han sido objeto de múltiples observaciones ciudadanas a través del Sistema de Evaluación Impacto Ambiental (SEIA), evidenciando una creciente preocupación por parte de la comunidad sobre el balance entre desarrollo tecnológico y sostenibilidad ambiental.
Medidas de Sostenibilidad Prometidas por las Corporaciones
A pesar del aumento en la construcción y planificación de estos megaproyectos, las corporaciones involucradas han comenzado a adoptar medidas para mitigar sus impactos ambientales. Amazon Web Services ha declarado que cumplirá con devolver más agua a las comunidades locales que la cantidad consumida directamente por sus operaciones globales para 2030. Por su parte, Google, después de establecer su primer centro, invirtió en la creación del ‘Bosque Urbano Google’ destinado a compensar la contaminación atmosférica generada por sus instalaciones —aunque este proyecto no aborda directamente el alto consumo hídrico.
Microsoft ha tratado igualmente de incorporar sistemas innovadores que reduzcan la dependencia del agua durante gran parte del año, según documentos proporcionados al SEIA; sin embargo, esta afirmación resultó controvertida cuando investigaciones adicionales revelaron que dichos sistemas aún necesitan agua significativamente durante ciertos períodos.
Aunque estas iniciativas parecen ser pasos hacia una mayor responsabilidad ecológica, activistas y expertos señalan que podrían ser insuficientes frente a los desafíos planteados por una crisis climática global y local intensificada por años consecutivos sin precipitaciones suficientes.
El Rol del Gobierno Chileno y la Legislación Vigente
Leyes Actuales sobre Uso de Recursos Naturales y Tecnología
Chile cuenta con un marco regulatorio diseñado para supervisar cómo proyectos como los centros de datos interactúan con el medio ambiente natural. El Sistema de Evaluación Impacto Ambiental (SEIA), administrado por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), juega un papel crucial aquí al revisar las declaraciones de impacto ambiental presentadas. Estas revisiones incluyen periodos donde se pueden presentar observaciones ciudadanas antes de otorgar cualquier tipo de aprobación para nuevos proyectos.
No obstante, según Valentina Durán, experta en derecho ambiental, el sistema necesita más transparencia y rigor para asegurar que las grandes empresas tecnológicas cumplan con estándares ambientales estrictos. Durán señala que aunque las leyes actuales ofrecen una base, la ejecución efectiva y la supervisión continua son esenciales para proteger los recursos naturales de Chile.
Fuente: Rest of World.
Imágenes: Rest of World.