El primer vehículo automatizado de la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) finalizó su misión de seis meses alegrando el cielo del Pacífico Sur: las 13.5 toneladas del aparato (que incluía 2.2 toneladas de basura generada por los astronautas de la ISS) se incendiaron al ingresar a la atmósfera terrestre.
El retorno controlado y algo áspero del Julio Verne -desarrollado a un costo de 1300 millones de euros- ocurrió la noche de ayer, sobre un área no habitada. Su reingreso fue monitoreado por dos aviones de la ESA y la NASA, cargados de instrumentos y cámaras de video.
La ESA espera poder construir más vehículos de este tipo -a un costo de 200 millones de euros- y modificarlo para posibilitar el transporte de astronautas desde y hacia la estación espacial. Obviamente, la parte en que deberán poner más empeño será en la que involucra el suave descenso.
Fuente: Jules Vernes ATV Blog (ESA)