Es difícil tratar de ignorar el hecho de que Google realmente controla el tráfico de la red. Nos hemos acostumbrado a utilizar los servicios de la gran G sin pensar en la cantidad de información que ofrecemos casi sin restricciones a sus datacenters: todo nuestro correo electrónico entrante y saliente al usar Gmail, las charlas con amigos y colegas con Gtalk, las estadísticas completas de los sitios web al usar las Google Webmaster Tools y Google Analytics, nuestros gustos y preferencias al navegar al hacer click -consciente o inconscientemente- en los avisos de Google Adsense. Y podríamos seguir con Google Earth, Google Desktop, Google Apps, Google App Engine, etc. etc.
Google se ha convertido en algo que a Microsoft les costará muchísimo trabajo por lo menos igualar. Desde hace algunos años he estado observando los intentos del gigante de Redmond de usar el dominio que tienen en el mercado de los sistemas operativos como punta de lanza para conseguir una penetración similar de sus servicios en línea. En algunas ocasiones les faltó timing, como es el caso del Active Desktop y la integración con el Internet Explorer en Windows 98, que no fueron debidamente explotados en su tiempo. Hasta ahora siguen tanteando el mercado como experimentos como el Windows Genuine Advantage.
Microsoft también ha apuntado en la dirección equivocada queriendo cobrarnos por todo y es, justamente en ese punto, donde Google toma ventaja. Un par de ejemplos:
-Mientras que Bill Gates propuso cobrar por el correo electrónico para disminuir el spam y puso tarifas para las cuentas de Hotmail según el tamaño, Gmail aumentó la capacidad de almacenamiento en sus cuentas más que cualquiera y mejoró sus algortimos antispam, gratis, obligando a sus competidores a imitarlo.
– Microsoft predijo que se masificaría el uso de aplicaciones web a la par con el software instalado localmente y diseñó un conjunto de licencias que los usuarios debían pagar para manipular sus archivos en las versiones en línea de su suite Office. Google Docs es una alternativa similar y aún en desarrollo, pero sin costo e integrada a los otros servicios de Google, como Gmail.
En el momento actual, Google lleva claramente la delantera en cuanto a calidad e innovación en servicios web, lo cual lo ha convertido en el principal proveedor de servicios web de novatos y expertos, creando así lo que Box.net llama Googolopoly.
Aunque el monopolio aún no existe como tal -existen bastantes proveedores de servicios en línea además de Google, cada cual con una determinada participación en el mercado-, si Google decide hacer sentir su peso en la red y se pasa al lado oscuro de la Fuerza, poco o nada podrán hacer los Yahoos, Microsofts o News Corps para evitarlo.