Alex Levinson es un investigador de informática forense en Nueva York. Ha declarado que el «descubrimiento», que estos días ha causado revuelo en la prensa, de los registros que almacena el iPhone sobre las ubicaciones geográficas, no es información nueva.
Levinson publicó hoy un artículo sobre este tema en su blog. Explica que ya entre investigadores se conocía esta característica.
Es un archivo log que se genera automáticamente por los diferentes sensores del equipo. También indica que se han realizado investigaciones sobre casos legales en los que exisitían equipos iOS que eran analizados conjuntamente con agencias de seguridad pública (sin especificar cuáles agencias).
Levinson afirma que han trabajado con agencias de seguridad de Estados Unidos y de otros países.
Según Levinson Apple no estaría recopilando estos datos (lo que sería ilegal según la ley de California), según pruebas realizadas por él y su equipo.
La información de las geolocalizaciones están disponibles en el equipo para ser usada por aplicaciones que corren en él a través de un API llamado Core Location.
Según Levinson los investigadores (Alasdair Allen y Pete Warden de O’Reilly Media) «encontraron» recientemente este log porque en versiones anteriores a iOS 4 estaba ubicado en otra ubicación dentro del sistema de archivos de iPhone. Levinson colaboró en la escritura del libro iOS Forensic Analysis de donde se extrae la imagen, mostrada al inicio de este artículo, que muestra la información relacionada con el archivo consolidated.db donde se guarda el log de localización.
Además en su opinión, los investigadores cometiron el error de ignorar totalmente otra disciplina que estudia este tema: la informática forense, campo en el que (coo ya se indicó) este tema era ya conocido y utilizado.