Generalmente la tecnología se nos presenta como un mundo maravilloso de avances para mejorar la vida del ser humano, pero a la vez como un arma de doble filo, porque no sabemos quiénes pueden estar realmente detrás de nuestra presencia en entornos online donde creemos que las comunicaciones son privadas. Muchas compañías han reconocido que revisan las interacciones de sus usuarios regularmente, lo que ha causado estados de alarma en algunos clientes.
Sin embargo, hemos de presentar una herramienta que promete ser la solución de todos estos problemas: se trata de Hash, una aplicación diseñada para establecer comunicaciones vía mensajería móvil sin dejar ningún tipo de rastros, garantizando el anonimato de las personas participantes en la interacción.
Esta herramienta ha causado polémica en la opinión pública, ya que por una parte se ha registrado un importante número de descargas para los dispositivos en que está disponible, y por otro lado, está siendo cuestionada, ya que abre nuevamente el debate sobre el anonimato en la web y los usos ilícitos que este puede propiciar.
Innovative Venture es la empresa encargada de desarrollar esta aplicación, que tiene como país natal a Panamá. Su CTO es el ecuatoriano Luis Loaiza, con quien hemos conversado sobre proyectos anteriores.
Aunque todavía la herramienta no está disponible para el resto de las plataformas más usadas, se anunció recientemente que pronto podrá ser descargada para diferentes entornos, así que millones de usuarios aguardan su lanzamiento.
Conversaciones autodestructibles
La principal característica de la aplicación consiste en autodestruir los mensajes, 7 segundos después de que han sido leídos. Esto elimina automáticamente la posibilidad de generar un historial de conversación que puede utilizarse como prueba ante un hecho determinado, y a la vez comprueba el dicho aquel de que “las palabras se las lleva el viento”.
Sin capturas de pantallas
Aun en el caso en que alguien pudiera leer el mensaje en menos de 7 segundos y atreverse a hacer una captura de la pantalla, la herramienta se ha configurado para no permitir esta opción por medio de unos códigos informáticos específicos que impiden esta posibilidad. Así que no hay manera de demostrar la veracidad de lo que se haya dicho por esta vía. La idea es simular el efecto de privacidad que proporciona una conversación cara a cara.
Mensajes de 120 caracteres
Igualmente, las comunicaciones a través de este servicio, están estipuladas en los siguientes términos: los mensajes tienen una extensión máxima de 120 caracteres y son imposibles de rastrear tanto desde la bandeja de entrada como desde la bandeja de salida, ya que borran luego de ser leídos en ambas figuras del acto comunicativo, poniendo a prueba la capacidad de memoria que posean los usuarios y la velocidad como lectores.
La cifra más sorprendente de todo esto, son las más de 50 mil descargas que en menos de dos meses ha tenido la aplicación en su versión para Iphone. Esto comprueba el buen grado de receptividad que ha tenido el público, destacando también el hecho de que el gobierno de Panamá es uno de los primeros clientes que está probando el producto comunicacional para sus actividades internas.
Privacidad Vs. Negocios ilícitos
Sin embargo, el desarrollo de la aplicación ha generado la reanudación del debate sobre hasta qué punto puede verse como positiva la comunicación privada y anónima en los entornos online, y cómo algunos grupos informáticos dedicados a actividades ilícitas en estos espacios pueden sacar provecho de esta aplicación, donde nadie sabrá quiénes son los autores de lo que se está diciendo, porque el usuario también es una figura que desaparece dentro de la herramienta.
Los interesados siguen a la espera de las distintas versiones para descargar en sus dispositivos y la empresa ha registrado buenos niveles de consumo. Hash puede ser la vía de comunicación a otros servicios de mensajería interna como Whatsapp, Line, Viber, etc., amenazando con desplazarlos, dependiendo del grado de efectividad que muestre.