Un grupo de científicos de la Universidad Tecnológica de Chalmers en Gothenburg (Suecia) ha realizado una de las pruebas más inusuales de la mecánica cuántica en los últimos tiempos. La hazaña consiste en crear luz “de la nada” y están liderados por Christopher Wilson.
La revista Nature describe detalladamente el estudio que el 24 de mayo fue publicado sin muchos detalles por los físicos suecos en arXiv.org.
Según los autores en un comunicado, el experimento tiene su base en uno de los principios más contradictorios y a la vez más importantes de la mecánica cuántica, y es que el vacío, por raro que parezca, no está vacío. De hecho, el vacío está rebosante de partículas que continuamente fluctúan dentro y fuera de la existencia a las que los físicos llaman partículas virtuales, puesto que aparecen por un breve momento y luego desaparecen de nuevo como fantasmas.
Los científicos lograron que algunos fotones salieran de ese estado virtual y se convirtieran en fotones reales, es decir en luz. Esto es algo que el físico Gerald Moore predijo hace 40 años, afirmando que se necesitaba que los fotones rebotaran en un espejo que se moviera a una velocidad similar a la de luz, para que ocurra este fenómeno, conocido como Efecto Casimir.
Al no poseer este espejo los científicos utilizaron componentes de electrónica cuántica denominados SQUIDs, Superconducting Quantum Interference Devices (Dispositivos superconductores de interferencia cuántica).
Estos dispositivos son extremadamente sensibles a los campos magnéticos, lo cual hizo que los fotones aparecieran en parejas del vacío, debido a que se cambió la dirección del campo magnético varios miles de millones de veces por segundo, haciendo que el “espejo” vibrara a una velocidad similar a la de la luz.
Este sorprendente experimento deja abierta la posibilidad de que no solo se puedan obtener fotones, que son partículas que no tienen masa, si no que con un poco más de energía puedan recuperarse de ese estado virtual partículas como electrones o protones.