El reciente juicio de Epic v. Google ha concluido con un veredicto histórico que ha dejado claro que Google tiene un poder de monopolio ilegal en la distribución de aplicaciones Android y en los servicios de facturación dentro de las aplicaciones. Después de solo unas pocas horas de deliberación, el jurado respondió afirmativamente a todas las preguntas planteadas, confirmando que Google ejerce un poder monopólico en los mercados de distribución de aplicaciones Android y servicios de facturación dentro de las aplicaciones, y que ha llevado a cabo prácticas anticompetitivas en estos mercados. Además, se determinó que Epic Games resultó perjudicada por estas acciones.
Uno de los aspectos clave del veredicto es el descubrimiento del vínculo ilegal entre la tienda de aplicaciones Google Play y el servicio de facturación Google Play Billing. El jurado también consideró anticompetitivos los acuerdos comerciales conocidos como «Project Hug» con desarrolladores de juegos y acuerdos con fabricantes originales (OEMs). Estos hallazgos son una gran victoria para Epic Games y todos los desarrolladores de aplicaciones, ya que demuestran que las prácticas comerciales de la tienda de aplicaciones Google son ilegales y abusan del monopolio para extraer tarifas exorbitantes, sofocar la competencia y reducir la innovación.
Google ha anunciado su intención de apelar el veredicto.
En su declaración oficial, el vicepresidente encargado asuntos públicos y políticas de Google, Wilson White, afirmó que la compañía compite ferozmente con Apple y su App Store, así como con otras tiendas de aplicaciones en dispositivos Android y consolas de juegos. Sin embargo, el veredicto del jurado ha dejado claro que Google ha ejercido un poder monopólico ilegal en la distribución de aplicaciones Android y servicios de facturación dentro de las aplicaciones.
Este juicio tiene un significado particularmente importante debido a la derrota previa de Epic Games en su batalla legal contra Apple. Hace dos años, el juez Yvonne Gonzalez Rogers decidió que esa disputa no tenía relación con las aplicaciones. Sin embargo, el juicio Epic v. Google ha demostrado que Google trata a los desarrolladores de manera injusta y desigual. Es evidente que este caso pone en juego el futuro de la tienda de aplicaciones de Google.
Largo debate
El monopolio ejercido por Google en la distribución de aplicaciones Android ha sido objeto de debate durante mucho tiempo. Epic Games presentó una demanda contra Google en 2020 después de una disputa sobre las tarifas por compras dentro de las aplicaciones, argumentando que la tienda Google Play del sistema operativo Android constituía un monopolio ilegal. Por su parte, Google sostiene que las demandas planteadas por Epic Games dañarían la capacidad de Android para ofrecer una experiencia segura al usuario y competir con Apple.
Este juicio ha destapado información reveladora sobre los ingresos secretos generados por Google Play Store y cómo se han utilizado estas ganancias para mantener un control monopólico sobre el mercado. Además, se han presentado pruebas contundentes sobre las prácticas anticompetitivas de Google, lo que ha llevado al jurado a dictaminar que Google tiene un poder de monopolio ilegal en la distribución de aplicaciones Android y servicios de facturación dentro de las aplicaciones.
En conclusión, el veredicto del juicio Epic v. Google es un hito importante en la lucha contra los monopolios tecnológicos. El jurado ha confirmado que Google ejerce un poder monopólico ilegal en la distribución de aplicaciones Android y servicios de facturación dentro de las aplicaciones. Esta decisión tiene implicaciones significativas para el futuro de la tienda de aplicaciones Google Play y para todos los desarrolladores que dependen de ella. Aunque Google planea apelar el veredicto, este caso sienta un precedente importante y podría impulsar cambios en las prácticas comerciales de las grandes empresas tecnológicas.